De la economía lineal a la economía circular
El PIB de la UE ha crecido durante décadas casi en paralelo con el uso de recursos naturales. Esta tendencia es consecuencia de nuestro sistema productivo actual de economía lineal, basado en extraer recursos, producir y desechar. Así lo confirman estos datos de Eurostat de 2022 sobre la evolución de la productividad de los recursos en comparación con el PIB y el consumo de recursos doméstico.

Este modelo de consumo lineal provoca dos consecuencias importantes. Primero, extraemos recursos naturales por encima de los límites del planeta. De hecho, Naciones Unidades estima que si la población mundial llega a los 9.600 millones de personas en 2050, será necesario el equivalente a casi tres planetas tierra para extraer los recursos naturales necesarios para mantener nuestro estilo de vida actual. Las matemáticas son así de crueles: eso no va a funcionar.
La segunda consecuencia de este modelo de consumo lineal es que generamos importantes cantidades de residuos. En 2018 se generaron 2,337 millones de toneladas de residuos en la UE, equivalente a 5,2 toneladas de residuos per cápita, y la OCDE prevé que la generación anual de residuos aumente un 70% de aquí a 2050. La gestión de los residuos puede tener graves repercusiones en el medio ambiente. Los vertederos provocan la contaminación del aire, el agua y el suelo, mientras que la incineración da lugar a emisiones que contaminan la atmosfera Según Eurostat, en 2018, solo el 54,6 % de los residuos de la UE se trataron en operaciones de recuperación. El 37,9 % del total se recicló, el 10,7 % se utilizó para actividades de backfilling, y el 6,0% se utilizó para la recuperación de energía. Sin embargo, el 45,4% restante se depositó en vertederos (38,4%), se incineró sin recuperación de energía (0,7%) o se eliminó de otro modo (6,3%). Como se puede ver, tenemos mucho que mejorar en la gestión de los residuos.
El modelo no es sostenible y por eso tenemos que cambiar nuestros hábitos y pasar de la economía lineal a la economía circular. La economía circular es un modelo de producción y consumo que implica compartir, alquilar, reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales y productos existentes todas las veces que sea posible para crear un valor añadido y por tanto extender en la medida de lo posible el ciclo de vida de los productos.
En 2020 la Comisión Europea adoptó el nuevo Plan de Acción para la Economía Circular, tras publicar el primer plan de acción en 2015. Este nuevo plan es uno de los principales componentes del European Green Deal, la agenda europea para el crecimiento sostenible que tiene como objetivo llegar a cero emisiones netas de gases de efecto invernadero para el año 2050, desvincular el crecimiento económico del uso de recursos, y no dejar a ninguna persona atrás. El nuevo plan de acción para la economía circular anuncia iniciativas a lo largo de todo el ciclo de vida de los productos. Se centra en cómo se diseñan los productos, promueve los procesos de la economía circular, fomenta el consumo sostenible y pretende garantizar que se eviten los residuos y que los recursos utilizados se mantengan en la economía de la UE durante el mayor tiempo posible. La clave está en cambiar nuestros hábitos de consumo, y en el Fondo Bolsa Social creemos que, si somos creativos, la segunda mano puede jugar un papel más importante del que pensamos.
Propuesta de valor de Hamelyn
Todos hemos intentado vender cosas de segunda mano, y estaremos de acuerdo en que es un proceso tedioso y poco atractivo. El e-commerce ha evolucionado mucho para los compradores, que cada vez lo tienen más fácil para adquirir lo que necesitan, pero si quieres vender algo que ya no necesitas, es complicado. Sin embargo, la startup Hamelyn ha nacido para contribuir a que este cambio sea realidad. Ha desarrollado una plataforma tecnológica que permite vender objetos usados de forma fácil y rápida. Han pensado mucho en cómo ponérselo fácil al usuario de un bien que ya no usa, pero que puede tener mucha más vida. El modelo de Hamelyn busca eliminar todas las fricciones que encontramos a la hora de vender productos usados online, y su propuesta de valor pasa por ofrecer precios instantáneos, así como la recogida de los productos en casa. De hecho, reducen el tiempo de venta de un producto como máximo a 48h.
Hamelyn ha comenzado en el mercado de los libros de segunda mano. Ha decidido empezar con este sector debido a que los libros en castellano se compran en todo el mundo, es un producto barato de almacenar, es fácilmente etiquetable por su código de barras y el negocio es fácilmente escalable a través de los marketplaces como Amazon, Ebay, Iberlibro y otros. Pero naturalmente no se van a quedar ahí. Su objetivo es ampliar el negocio a la compra y venta de otras categorías como mobiliario, herramientas, material deportivo, moda o electrónica.
El impacto está claro: volviendo a dar una nueva vida a productos ya existentes, disminuimos el consumo de recursos naturales del planeta y los residuos generados. Por eso nos ha gustado Hamelyn, por operar en el sector de la economía circular y el potencial que tienen de generar un gran impacto. Además, la compañía tiene una excelente tracción, a pesar de llevar pocos años en el mercado. Su facturación crece a muy buen ritmo: en 2021 facturaron 291 mil euros, en 2022, 762 mil euros, casi tres veces más que el año anterior, y este año tienen las expectativas de llegar a 2,4 millones de euros.
Impacto
En el Fondo Bolsa Social invertimos en empresas que, a su equipo fundador excepcional y a su alto potencial de crecimiento, les acompañe una misión transformadora. Para ello buscamos la manera de medir ese impacto mediante indicadores relevantes, que en el caso de Hamelyn hemos concretado en 3 objetivos para el 2023.
- En primer lugar, queremos promocionar el cambio en los hábitos de consumo mediante la reutilización de productos y reducir la generación de residuos. Mediremos este objetivo contabilizando el número de productos revalorizados gracias a la compra de productos de segunda mano a través de Hamelyn y su contribución a la economía circular, y los kilos de residuos evitados como consecuencia.
- En segundo lugar, queremos reducir el consumo de recursos naturales derivado de la producción de bienes de consumo. Usaremos dos indicadores para medir este objetivo: para el caso específico de los libros, nos fijaremos en el número de árboles que no se han talado y los litros de agua ahorrados gracias a la compra de un libro de segunda mano. Para otras categorías, buscaremos indicadores ad hoc. En tercer lugar, queremos reducir las emisiones de CO2 generadas durante la producción de los bienes de consumo. Mediremos este objetivo teniendo en cuenta las emisiones de CO2 evitadas gracias a la compra de un producto de segunda mano, en lugar de un producto nuevo.
- También queremos reducir las emisiones de CO2 generadas durante el transporte de los productos dentro del ciclo de Hamelyn mediante mecanismos para reducir la huella de carbono del transporte, como puede ser transitar hacia una logística sostenible y para eso hemos pedido a la empresa que elabore un plan de acción para llegar a tener una logística sostenible.
Además, la segunda mano es hermosa. Siempre he pensado que tirar un buen libro es un pecado. Cuando ponemos en circulación un libro de segunda mano, lanzamos una botella de náufrago al mar con un hermoso mensaje dirigido a un desconocido, que podrá aprovecharlo como nosotros lo hicimos. Lo mismo pasa con objetos que ya no nos sirven, pero que pueden ser útiles para otras personas. Las cosas pueden tener mil vidas nuevas. Queda mucho por hacer para cambiar el modelo de producción y consumo. Pero todo empieza por nosotros, por cambiar nuestros hábitos. Hamelyn ha venido para ponérnoslo muy fácil.
